miércoles, 2 de mayo de 2012


Estar enamorado de mi profesión siempre fue un verdadero problema en mis relaciones. Cuando una profesión, como la mía,  exige estar varios días y noches afuera, no poder contar con los fines de semana, regresar cansado y trastornado por el jet lag subiendo o bajando en los husos horarios; y cuando en las horas libres sólo quieres cerrar los ojos, descansar y dormir lo que mas puedas porque mañana te espera un viaje de 8 horas, hace que esa rutina determine la crónica de una muerte anunciada para cualquier  relación.
Los pilotos junto con los médicos tenemos el índice más alto de divorcios, es difícil que alguien te siga ese ritmo y por supuesto siempre hay un candidato capaz de consolar a una mujer sola y abandonada en este inmenso valle de lágrimas. Sumado a que nací infiel como el 99% de los hombres y el 97.5% de las mujeres no es difícil pasar en veinte años por tres matrimonios con sus correspondientes divorcios. Lo bueno de mi profesión es que me permitió conocer todo el mundo, no necesariamente en los vuelos de trabajo, que es dificil conocer mas que los hoteles y los aeropuertos, sino por la posibilidad de tener pasajes gratis en tus vacaciones al destino que la aerolínea vuele en el mundo.

Una de las relaciones que mas dura, ya que sólo nos vemos un par de semanas al año, y es como estar en una eterna luna de miel. Solo nos importa el instante y no el tiempo entre cada uno de los encuentros. Es la que tengo con Lara la brasilera, no conocí a nadie que sea mas devota de Epicúreo. Le gusta el placer mas que repirar. Coincidimos pasar una semana juntos en algún lugar del mundo y allá vamos, estar con ella es como jugar a la ruleta rusa todo el tiempo. Cuando está cachonda te folla y le da lo mismo un confesionario o el coro de una iglesia que una playa un estacionamiento o la terraza de un edificio de oficinas.

Estábamos en Praga, habíamos salido de marcha y volvíamos a la madrugada de una fría mañana de verano en un tranvía a Praha 10 donde estaba el Apart hotel en la calle De Vinice. Estábamos solos en el “tranv”  y morreandonos, ella puesta de horcajadas arriba mío y ambos entrando apresuradamente en calor. En una de las paradas sube una niña,  hermosa, creo las checas son  de las mujeres mas lindas del mundo. Se sentó  en el asiento delante nuestro y comenzó a observarnos, de manera abierta. Cada vez que la miraba estaba ella con una sonrisa en su función de voyeur.
-          Lara tenemos público
Se dio vuelta la miró, ambas se sonrieron, se sentó a mi lado me bajó el cierre y me sacó la polla mientras  la miraba de costado, bajó la cabeza para comérmela,  la niña sonreía, se levantó y se quitó las braguitas sentándose con las piernas abiertas humedeció dos dedos con su lengua y comenzó a acariciarse. Lara la llamó, la sentó al lado mío y mientras me masturbaba  comenzó a lamer el coñito de la niña, ella se dio vuelta y me comió la boca. Le pregunté en inglés si quería venir con nosotros, pero no hablaba nada mas que checo.
 Lara, al llegar a destino, le cogió de la mano y  la hizo descender del tranvía, cruzamos la avenida y al subir al ascensor comenzaron a morrearse, las abracé deslizando mis manos por sus culos e introduciendo la punta de mis dedos en sus coños mojados, la niña me tomó de la polla y mientras las puertas del ascensor se abrían mantuvo su mano y tiraba de mí mientras Lara abría la puerta. La niña se sacó la ropa mientras le abría la camisa a Lara y le pasaba la lengua por sus pezones. Me agaché y le comencé a pasarle la lengua por la raja a la niña yendo y viniendo desde su culo a su coño, levantó ligeramente la pierna y me puso arriba del hombro mientras saboreaba sus jugos que cada vez eran mas abundantes y calientes. Lara le tomó de la mano y la llevó al dormitorio.
-          Vamos tío a encargarnos de ella.
Me senté en un sillón al borde de la cama, Lara le comía el coño mientras la niña susurraba en checo, abrió los ojos y me llamó. Colgó la cabeza de la cama y se metió mi polla en la boca deslizandola hasta el fondo, con una de las manos me indicaba que me moviera para follarle la boca, la sacaba hasta afuera para que respirara y la introducía hasta el fondo, era una sensación incomparable y deliciosa. Se dio vuelta para poner su cabeza en el coño de Lara que seguía lamiendola y metiendo su lengua por el coño. Me acerqué por detrás Lara me tomó la polla mientras que con la mano me dirigía al coño apretado de la niña. La follaba y Lara de tanto en tanto sacaba mi polla para pasarle la lengua por la raja y comerme la polla. En un  momento comenzó a gemir y se corrió eyaculando un chorro de sus jugos en la boca de Lara que le lamía el clítoris.
 Luego nos dedicamos a Lara mientras la niña le metía dos dedos y le lamía el clítoris yo le introducía un dedo en el culo y luego un dedo de cada mano para dilatarla, ensalivé mi mano para pasarle por el ano y le fui introduciendo lentamente, así enculada y manoseada comenzó a aullar corriéndose y retorciendo su pelvis. Cuando se dieron cuenta que no me había corrido, me cogieron la polla   con sus dos bocas enfrentadas  y moviéndose de adelante para atrás, se dedicaron a hacerme una paja buco-lingual de la puta madre logrando que me corriera en minutos a los chorros mientras Lara y la niña con sus lenguas  devoraban los últimos rastros de semen. Nos quedamos dormidos agotados y enredados en una mezcla de cuerpos y miembros. Cerca del medio día desperté con ganas de mear y noté la ausencia de la niña. Sobre la mesa del comedor estaba abierta mi billetera, con 200 euros menos y una nota en checo que decía mas o menos esto:
"Měl jsem skvělý, ale jsem profesionální poplatky a ty jsou moje polibky   Yorka"
Que después supimos lo que decía: La pasé muy bien, pero soy profesional y estos son mis honorarios besos Yorka.

2 comentarios:

  1. Estoy convencida que estas contando mis propias experiencias Baron. Mira tú que casualidad, salvo que fue en Amsterdam y no en Praga.

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  2. La niña como dices tu no era tan niña

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