Oh dios… me
estaba corriendo, sentía el jugo que salía de mi coño deslizarse por mis muslos
mientras me follaba por detrás, cogia mis caderas con ambas manos mientras me insertaba
a fondo su polla… yo sabía que no estaba bien… pero tenía le mente nublada por
el deseo y el placer y no quería pensar.
Pau era el marido de mi hermana y esto que me estaba pasando tenía 12 años de
espera.
En realidad
cuando estuvimos en el colegio
tonteabamos hasta que mi hermana quedó embarazada de él en una de las fiestas del
pueblo. Luego del típico follón familiar, en un mes estaban casados y al otro
año fueron los padres de una niña.
En las
reuniones familiares solíamos tener una relación distante y amable, se sentaba
muy alejado y salvo los saludos de rigor nunca tuvimos ningún tipo de relación.
Estábamos en año nuevo en una fiesta familiar y a mi hermana que es ginecóloga,
la llamaron por una urgencia. Así que festejamos con lo de siempre, la cena,
descorchar cavas algunos fuegos artificiales y luego a chismorrear con los
primos. Todos salieron hasta el parque para los fuegos artificiales mientras
que yó subí a la terraza
Oye cuñada,
traje un tequila de 12 años de puta madre, quieres uno. La noche era fría pero
salimos a la terraza para ver los fuegos artificiales. Yo tenía puesta un
jersey muy delgado así que pronto comencé a temblar de frío mientras notaba que
mis pezones se endurecían. Pau me miraba las tetas descaradamente.
-
Oye que mis ojos están treinta centímetros por arriba, o estas hablando
con mis tetas?.
-
Perdona cuñada pero recién caigo que tienes unos pechos estupendos.
-
Cuidado que pierdas el equilibrio
-
Tengo de donde agarrarme.
-
No hagas el tonto, vamos a entrar.
En el cielo estallaron iluminando de color verde y luego violeta unos
fuegos artificiales como comienzo a una serie de espectaculares imágenes de
colores.
Lo sentí parado detrás mío, me abrazó y apoyó su bragueta con una
erección en mis nalgas. Quise retirarme pero me tenía cogida por los antebrazos
y acomodó su erección entre mis nalgas. Comencé a humedecerme contra mi
voluntad. Por un lado quería salir corriendo por otro quería quedarme y seguir
sintiendo su polla encarcelada en su pantalón que me frotaba deliciosamente..
-
Esta trabada la puerta de la terraza
… me cogió ambos pechos con las manos mientras me lamía el cuello,
apoderándose luego del lóbulo de mi oreja. El poco de conciencia que quedaba en
mi cerebro me mandó señales débiles de alerta…
-
No podemos Pau no podemos…
Me levantó el vestido e hizo a un
lado el tanguita y comenzó a explorarme…estaba mojada, sentía que mis jugos
chorreaban por mis piernas… comenzó a tantearme con la polla, me incliné hacia
delante para darle iun mejor ángulo y me penetró hasta el fondo…ni bien sentí
la punta de su polla en el fondo comencé
a correrme me mordí la mano para no gritar, mis piernas desfallecían aunque Pau
me mantenía agarrada de mis caderas… no duró mucho quizás cinco minutos hasta
que sentí el chorro caliente que me inundaba por dentro…cuanto placer…