Me llamo
Alicia y desde muy jovencita por problemas en la tiroides tengo que tomar diariamente
la hormona para tener valores normales. Y
os aclaro que tengo unas fluctuaciones en mas o menos de los niveles de la
bendita hormona que cada tanto estoy hipo o hipertiroidea.
Lo curioso
de esto es que mis síntomas siempre van de la mano con mi libido, cuando no
quiero que me toquen ni con una vara estoy hipo. Y cuando estoy cachonda y
follando todo el día estoy hiper.
Carles es
un amigo de la infancia, vecino en el pueblo, fuimos juntos a la escuela, en
realidad es como mi hermano. Luego el se casó con su novia, una rubia lavada
que siempre me odió, yo me vine a Barcelona y sólo lo veía cuando volvía al
pueblo a visitar a mis padres, de cuando
en cuando.
Por mi
madre me enteré que se había separado muy violentamente y que andaba penando
por los bares del pueblo.
A partir de
esto las veces que nos vimos, lloraba un poco en mi hombro y, pues, luego quería follarme a toda costa, tratando
de acorralarme y meterme mano. Algunas veces lo rechazaba hasta en forma algo
violenta. Os digo que es muy majo, pero no me despertaba ningún instinto salvaje
más que el fraternal.
Dos días
antes del puente de la virgen las hormonas me habían subido ya que me
encontraba cachondísima, y en ese momento sin nadie a quien acudir para un alivio,
aunque sea rápido y pasajero.
Y al pueblo
me fui, en el tren cruzaba y descruzaba las piernas, me ardían las orejas, mis pezones
intentaban salirse del jersey miraba a los hombres, con ojos de hembra en celo,
ninguno lo notó, me los imaginaba en la
cama, estaba empapada todo el tiempo.
Ni bien
llegué lo llame a Carles.
- Majo ven
urgente que te preciso
Ni bien abrí
la puerta le dije:
-
No digas nada, llévame a cualquier lado quiero follar.
Nunca
olvidaré la expresión de su rostro, se puso pálido y comenzó a tartamudear.
-
Pe… pe… pero ¿ahora mismo?
-
Si tío ahora mismo estoy cachonda, vamos.
Mientras
conducía me miraba de reojo y no hablaba, puso la radio a todo volumen, me
incliné y la apagué.
-
Que pasa chaval ¿que no me la querías meter? pues anda.
Llegamos a
su casa, ni bien crucé la puerta me fui quitando la ropa camino al dormitorio
hasta que quede desnuda. Carles venía detrás de mí.
-
Pero que no te vas a desvestir, niñete que te pasa
Se desnudó
y comenzó a acariciarme, me pasó la lengua por los pezones, los chupó los mordió
suavemente, yo no daba mas. Bajé la mano para agarrarle la polla y los cojones
y al hacerlo toqué una masa flácida como moco de pavo. Me dí vuelta y me lo metí todo
en la boca para chuparle la polla, que si tengo una especialidad es el sexo
oral. Nada, lograba que aumentara el
tamaño pero de ponerse dura nada. Yo estaba al punto del suicido de lo cachonda
que me encontraba, me subí arriba de su boca a la espera de que me calmara un
poco los ardores, me corrí un par de veces pero apetecía una VERGA EN MI COÑO.
No os
quiero relatar mi frustración, a mi vibrador simil piel y de tres velocidades le
gasté las pilas os aseguro.
Al día
siguiente, después de almuerzo, apareció Carles.
-
Me siento muy mal, nunca me pasó, dame una oportunidad.
Mi estado
calenturiento se lo dio, fuimos para su casa. Ya en el coche me quité el tanga
y me metió los dedos de su mano derecha
en mi coño. Llegamos, cruzamos la puerta
y me apoyó contra la pared mientras me sobaba las tetas y sentía su lengua por
mi garganta. Le bajé el cierre y metí la mano, estaba dura, durísima.
-
Métemela aquí mismo
Me dí
vuelta, apoyé la cabeza en la pared al
tiempo que le ofrecía mi trasero. La fue dirigiendo con la mano y al apoyar el
capullo sentí que se aflojaba totalmente, y ningún esfuerzo mío o suyo logró
mejorar la situación. No os podéis
imaginar todo lo que le dije mientras me iba a casa corriendo y con lagrimas en mis ojos del odio que sentía. Otra vez gasté las pilas
de mi consolador y seguía igual de cachonda.
Al tercer
día me raptó, me llevó nuevamente a su casa, me desnudó, me tiró arriba de la
cama, se metió al baño y de allí salió con una erección que era para filmarla,
el capullo apuntando arriba y todo rojo vinoso, lo cogí con una mano, me puse
en el borde de la cama y lo dirigí para que penetre, yo estaba goteando de
humedad, abrí las piernas, se las puse
arriba de los hombros. Siiiii ahora si, estaba entrando mas y mas profundo, le tomé de las nalgas para
atraerlo hasta el fondo… comenzó a moverse al tiempo que gemía y sentía un
chorro que me quemaba el fondo de las entrañas… ostias era un eyaculador precoz.