lunes, 2 de julio de 2012


                                                             Castelldefels
 Luis había estado en la fiesta de cumpleaños de18 de  su novia,  había comido, bebido, bailado y cantado hasta las tres de la mañana y no quiso ser  el último  en salir. Decidió irse en taxi a su casa, salió caminando un tanto tambaleante hasta la avenida donde se detuvo para esperar que viniera un taxi. En eso se detuvo un Audi, era Elisa la tía de la novia.
-          Para donde vas majo?
-          Voy a  L'Hospitalet.
-          Sube que te llevo yo voy a Castelldefels te dejo y luego cojo la  Autopista Pablo Casals y estoy en seguida en mi casa.
Luis subió al Audi L8 color negro.
-          Oye tía esta es una nave intergaláctica.
-          Si ya lo creo, es de mi marido, yo tengo algo mas chico, pero como está de negocios en Portugal, lo cogí. No quieres conducirlo?.
-          Tengo unas cuantas cubatas encima, estoy que casi no coordino, por eso me vine sin el coche.
-          Hace cuanto que estáis juntos con mi sobrina?
-          Y vamos para los nueve meses
-          Cuantos años le llevas, tu pareces mucho mas grande
-          Tengo 23.

Se hizo silencio y en el estereo del coche sonaba Zaz cantando “les passants”
Elisa dijo:
-          Esta niña me da vueltas la vi hace un par de años cantando en una salida del metro de París, escuchar esa voz es como que te pasen la lengua por la espalda, me estremece.
-          Luis se rió pensando en la imagen de una lengua pasando por la espalda de Elisa.

Miró el tablero del L8 y vio la luz que titilaba mostrando la falta de combustible y el equivalente a 18 kilómetros que le restaba si seguían a 150 km/h.
-          Elisa que no tienes gasolina tía no creo que llegues a tu casa con lo que te queda. Hay una gasolinera antes de cruzar el puente para el Prat de Llobregat. Déjame en la Avinguda de la Gran Vía, que seguiré caminando.
-          Luis es muy tarde no se si estará abierta la gasolinera, por favor acompáñame.
-          Esta bien, iré contigo

No disminuyó la velocidad sino, al contrario,  la aumentó, entraron  a la gasolinera, Luis descendió llénalo le dijo Elisa al bajar, se alejó caminando para encender un cigarrillo en frente a un camión estacionado que llevaba las luces encendidas, la silueta de su cuerpo se fue dibujando a  trasluz a medida que se alejaba mostrando unas piernas bien torneadas y largas y un culo redondeado y abultado.

Que buena que está la tía, pensó Luis, cuantos años puede tener, no mucho  mas de 35, hace 6 que está casada y no tiene hijos.  Mirándola se dio cuenta que una erección comenzaba a tironearle el pantalón. Entró al coche y colocó sus manos en la entrepierna para evitar que se notara. Elisa abrió su puerta
-  Luis te toca, estoy muy cansada conduce tú
No tuvo mas remedio que salir rápido intentando pasar desapercibido.
-          Oye no tan rápido que te pasa?
Le detuvo agarrándole del brazo, Luis instintivamente llevó sus manos hacia abajo y Elisa lo miró.
-          Eso es en mi honor? Ya lo creo el señorito  me vió desnuda por las luces de ese camión.
Luis subió al asiento del conductor totalmente ruborizado, le ardían las orejas, no le podía estar pasando eso con la tía de su novia.

Puso en marcha el coche.
-          Ahora en castigo por tu osadía tienes que llevarme a mi casa, conduce.
Luis estaba incomodo, a pesar de la vergüenza su erección seguía apretada al costado derecho de su pantalón, odiaba haberse puesto este pantalón de hilo.

Elisa se puso de costado y con el dorso de su mano izquierda recorrió la longitud de su polla.
-          Oye que suerte tiene mi sobrina, cabrón tú si calzas bien.
Se puso de costado y con el pulgar de su mano derecha recorió toda la circunferencia de su capullo. Aflojó el cinturón, desabotonó el botón de arriba y deslizó el cierre. Con los dedos cambió la posición de la polla deslizándola hacia arriba hasta que apareció totalmente dura. Se inclinó y la tomé con los labios haciendo que su lengua se moviera alrededor.
Se levantó el vestido y se quitó las bragas y comenzó lentamente a acariciarse con las piernas abiertas. Como me gusta la sensación del cuero en mi piel, lo decía mientras acariciaba su coño con el borde del asiento moviendo la pelvis hacia delante y atrás.
-          Ya sabía yo que esta noche no iba terminar bien, toma la siguiente salida y conduce una cuadra a la derecha.
Llegaron, ingresaron en el estacionamiento y antes de salir se arrojó sobre  Luis y comenzó a comerle la polla metiéndose hasta el fondo y teniéndole ahí hasta que la falta de aire le hizo retroceder. Luis intentó atraerla hacia él pero Elisa se escabulló descendiendo rápidamente del coche y abriendo la puerta de la casa. Siguió caminando hacia la sala se sentó en un sillón abriendo las piernas y acariciandose el coño con los dedos humedecidos por su lengua. Ven aquí majo, ven y muéstrame lo que sabes. Le agarró de la cabeza besándolo para luego dirigirle hacia abajo. Los labios estaban entreabiertos y Luis terminó de separarlos con la lengua. La lamió de abajo para arriba sujetó las nalgas con ambas manos para elevar la pelvis y empezó a beber sus jugos que manaban copiosos.
-          Fóllame follame, métela hasta el fondo, si así dios que polla inmensa que tienes oh, me duele me duele, pero no te detengas cabrón no se te ocurra, si desgárrame, rómpeme toda, o dios no puedo creerlo o no o no.
Elisa se corrió empapando el sillón, Luis detuvo un poco los movimientos y sin sacarla la dio vuelta y la puso con su pecho apoyado en el sillón y comenzó a moverse nuevamente de manera lenta, sacando hasta afuera del todo la polla para introducirla lentamente hasta el fondo, una vez que la tenía al fondo se movía lateralmente y en círculos, haciendo que los quejidos de la tía aumentaran nuevamente. Cada vez que el retiraba ella aproximaba la pelvis para engullirlo con su coño moviéndose cada vez mas fuerte.

Luis humedeció su pulgar en los jugos que rebosaban y lentamente comenzó a jugar en el culo de Elisa primero tocándolo, luego girando el dedo hasta dilatar un poco su ano, cuando no hubo resistencia metió lentamente su falange logrando en ese momento que se corriera nuevamente gritando  de placer. Sacó el pulgar y remplazó por dos dedos  moviendo de uno a otro lado, metió los dos dedos de la otra mano tirando suavemente para ensanchar su orificio. Se humedeció los dedos  ensalivó el orificio y apoyó la punta de la polla, la tenía cogida de las caderas y fue empujando lentamente. De pronto estrechó el esfínter  y le dijo. No no lo aguanto sácamelo sácamelo.
-          Elisa escúchame bien, no te muevas, relájate no contraigas el esfínter que te causará mas dolor, relájalo. Esperó unos instantes y luego empujó un poco mas.
-          Luis me estás matando me tienes empalada no te muevas yo retrocederé lentamente, no te muevas.
Los dedos de Luis buscaron el coño empapado y comenzó a acariciarlo, el esfínter de Luisa se relajó y pudo introducir totalmente su polla, no se movió, dejo que ella se moviera, lo hizo primero con miedo a que le despierte más dolor que el que sentía pero luego comenzó moverse cada vez más rápido mientras que con una mano guiaba los movimientos a la mano de Luis.
No podía entender, jamás había dejado que su marido le hiciera eso, y estaba con un niño desconocido con una polla inmensa que la estaba culeando y le gustaba, como le gustaba esa sensación nueva. De pronto comenzó nuevamente a chillar:
Rómpeme toda métela toda así Luis así ohhh. En ese momento contrajo el esfínter generando una mayor compresión al roce de la polla de Luis, comenzó a sentir que se iba a correr, aumentó la velocidad del roce aumentando el movimiento, Elisa  al dase cuenta que Luis estaba a punto  bajó la mano tomando los dos cojones con una mano mientras los apretaba suavemente haciendo un movimiento del uno contra el otro. Un chorro largo y abundante brotó mientras los últimos espasmos de placer lo alcanzaban.

Luego de bañarse siguieron en la cama usando ambos las manos las lenguas y el sexo para darse y buscar placer. Lo tendió de espaldas y se subió encima de él estaba de cuclillas, lo dirigió con la mano y comenzó a moverse subiendo y bajando, no podía creer, como ese chaval podía estar dándole el mejor polvo de su vida, le dolían las rodillas así que se dejó caer hasta el fondo.
Sonó el teléfono, le hizo señas a que le alcanzara.
-          Hola querido como estas
-          Hola mi amor te desperté
-          No está bien
-          Llego en dos horas, no me esperas en el aeropuerto
-          Si apenas  termine de follar y voy para allí.
-          Ja, ja, ja tu siempre bromista un beso.