Castelldefels
Luis había estado en la
fiesta de cumpleaños de18 de su novia, había comido, bebido, bailado y cantado hasta
las tres de la mañana y no quiso ser el
último en salir. Decidió irse en taxi a
su casa, salió caminando un tanto tambaleante hasta la avenida donde se detuvo
para esperar que viniera un taxi. En eso se detuvo un Audi, era Elisa la tía de
la novia.
-
Para donde vas majo?
-
Voy a L'Hospitalet.
-
Sube
que te llevo yo voy a Castelldefels te dejo y luego cojo la Autopista Pablo Casals y estoy en seguida en
mi casa.
Luis subió al Audi L8 color negro.
-
Oye tía esta es una nave intergaláctica.
-
Si ya lo creo, es de mi marido, yo tengo algo
mas chico, pero como está de negocios en Portugal, lo cogí. No quieres
conducirlo?.
-
Tengo unas cuantas cubatas encima, estoy que
casi no coordino, por eso me vine sin el coche.
-
Hace cuanto que estáis juntos con mi sobrina?
-
Y vamos para los nueve meses
-
Cuantos años le llevas, tu pareces mucho mas
grande
-
Tengo 23.
Se hizo silencio y en el estereo del coche sonaba Zaz cantando “les
passants”
Elisa dijo:
-
Esta niña me da vueltas la vi hace un par de
años cantando en una salida del metro de París, escuchar esa voz es como que te
pasen la lengua por la espalda, me estremece.
-
Luis se rió pensando en la imagen de una lengua
pasando por la espalda de Elisa.
Miró el tablero del L8 y vio la luz que titilaba mostrando la falta de
combustible y el equivalente a 18 kilómetros que le restaba si seguían a 150 km/h .
-
Elisa que no tienes gasolina tía no creo que
llegues a tu casa con lo que te queda. Hay una gasolinera antes de cruzar el
puente para el Prat de Llobregat. Déjame en la Avinguda de la Gran Vía, que
seguiré caminando.
-
Luis es muy tarde no se si estará abierta la
gasolinera, por favor acompáñame.
-
Esta bien, iré contigo
No disminuyó la velocidad sino, al contrario, la aumentó, entraron a la gasolinera, Luis descendió llénalo le
dijo Elisa al bajar, se alejó caminando para encender un cigarrillo en frente a
un camión estacionado que llevaba las luces encendidas, la silueta de su cuerpo
se fue dibujando a trasluz a medida que
se alejaba mostrando unas piernas bien torneadas y largas y un culo redondeado
y abultado.
Que buena que está la tía, pensó Luis, cuantos años puede tener, no
mucho mas de 35, hace 6 que está casada
y no tiene hijos. Mirándola se dio
cuenta que una erección comenzaba a tironearle el pantalón. Entró al coche y
colocó sus manos en la entrepierna para evitar que se notara. Elisa abrió su
puerta
- Luis te toca, estoy muy cansada
conduce tú
No tuvo mas remedio que salir rápido intentando pasar desapercibido.
-
Oye no tan rápido que te pasa?
Le detuvo agarrándole del brazo, Luis instintivamente llevó sus manos
hacia abajo y Elisa lo miró.
-
Eso es en mi honor? Ya lo creo el señorito me vió desnuda por las luces de ese camión.
Luis subió al asiento del conductor totalmente ruborizado, le ardían las
orejas, no le podía estar pasando eso con la tía de su novia.
Puso en marcha el coche.
-
Ahora en castigo por tu osadía tienes que
llevarme a mi casa, conduce.
Luis estaba incomodo, a pesar de la vergüenza su erección seguía
apretada al costado derecho de su pantalón, odiaba haberse puesto este pantalón
de hilo.
Elisa se puso de costado y con el dorso de su mano izquierda recorrió la
longitud de su polla.
-
Oye que suerte tiene mi sobrina, cabrón tú si
calzas bien.
Se puso de costado y con el pulgar de su mano derecha recorió toda la
circunferencia de su capullo. Aflojó el cinturón, desabotonó el botón de arriba
y deslizó el cierre. Con los dedos cambió la posición de la polla deslizándola
hacia arriba hasta que apareció totalmente dura. Se inclinó y la tomé con los
labios haciendo que su lengua se moviera alrededor.
Se levantó el vestido y se quitó las bragas y comenzó lentamente a
acariciarse con las piernas abiertas. Como me gusta la sensación del cuero en
mi piel, lo decía mientras acariciaba su coño con el borde del asiento moviendo
la pelvis hacia delante y atrás.
-
Ya sabía yo que esta noche no iba terminar bien,
toma la siguiente salida y conduce una cuadra a la derecha.
Llegaron, ingresaron en el estacionamiento y antes de salir se arrojó
sobre Luis y comenzó a comerle la polla
metiéndose hasta el fondo y teniéndole ahí hasta que la falta de aire le hizo
retroceder. Luis intentó atraerla hacia él pero Elisa se escabulló descendiendo
rápidamente del coche y abriendo la puerta de la casa. Siguió caminando hacia
la sala se sentó en un sillón abriendo las piernas y acariciandose el coño con
los dedos humedecidos por su lengua. Ven aquí majo, ven y muéstrame lo que
sabes. Le agarró de la cabeza besándolo para luego dirigirle hacia abajo. Los
labios estaban entreabiertos y Luis terminó de separarlos con la lengua. La
lamió de abajo para arriba sujetó las nalgas con ambas manos para elevar la
pelvis y empezó a beber sus jugos que manaban copiosos.
-
Fóllame follame, métela hasta el fondo, si así
dios que polla inmensa que tienes oh, me duele me duele, pero no te detengas
cabrón no se te ocurra, si desgárrame, rómpeme toda, o dios no puedo creerlo o
no o no.
Elisa se corrió empapando el sillón, Luis detuvo un poco los movimientos
y sin sacarla la dio vuelta y la puso con su pecho apoyado en el sillón y
comenzó a moverse nuevamente de manera lenta, sacando hasta afuera del todo la
polla para introducirla lentamente hasta el fondo, una vez que la tenía al
fondo se movía lateralmente y en círculos, haciendo que los quejidos de la tía
aumentaran nuevamente. Cada vez que el retiraba ella aproximaba la pelvis para
engullirlo con su coño moviéndose cada vez mas fuerte.
Luis humedeció su pulgar en los jugos que rebosaban y lentamente comenzó
a jugar en el culo de Elisa primero tocándolo, luego girando el dedo hasta
dilatar un poco su ano, cuando no hubo resistencia metió lentamente su falange
logrando en ese momento que se corriera nuevamente gritando de placer. Sacó el pulgar y remplazó por dos
dedos moviendo de uno a otro lado, metió
los dos dedos de la otra mano tirando suavemente para ensanchar su orificio. Se
humedeció los dedos ensalivó el orificio
y apoyó la punta de la polla, la tenía cogida de las caderas y fue empujando
lentamente. De pronto estrechó el esfínter
y le dijo. No no lo aguanto sácamelo sácamelo.
-
Elisa escúchame bien, no te muevas, relájate no
contraigas el esfínter que te causará mas dolor, relájalo. Esperó unos instantes
y luego empujó un poco mas.
-
Luis me estás matando me tienes empalada no te
muevas yo retrocederé lentamente, no te muevas.
Los dedos de Luis buscaron el coño empapado y comenzó a acariciarlo, el
esfínter de Luisa se relajó y pudo introducir totalmente su polla, no se movió,
dejo que ella se moviera, lo hizo primero con miedo a que le despierte más
dolor que el que sentía pero luego comenzó moverse cada vez más rápido mientras
que con una mano guiaba los movimientos a la mano de Luis.
No podía entender, jamás había dejado que su marido le hiciera eso, y
estaba con un niño desconocido con una polla inmensa que la estaba culeando y
le gustaba, como le gustaba esa sensación nueva. De pronto comenzó nuevamente a
chillar:
Rómpeme toda métela toda así Luis así ohhh. En ese momento contrajo el
esfínter generando una mayor compresión al roce de la polla de Luis, comenzó a
sentir que se iba a correr, aumentó la velocidad del roce aumentando el
movimiento, Elisa al dase cuenta que
Luis estaba a punto bajó la mano tomando
los dos cojones con una mano mientras los apretaba suavemente haciendo un
movimiento del uno contra el otro. Un chorro largo y abundante brotó mientras
los últimos espasmos de placer lo alcanzaban.
Luego de bañarse siguieron en la cama usando ambos las manos las lenguas
y el sexo para darse y buscar placer. Lo tendió de espaldas y se subió encima
de él estaba de cuclillas, lo dirigió con la mano y comenzó a moverse subiendo
y bajando, no podía creer, como ese chaval podía estar dándole el mejor polvo
de su vida, le dolían las rodillas así que se dejó caer hasta el fondo.
Sonó el teléfono, le hizo señas a que le alcanzara.
-
Hola querido como estas
-
Hola mi amor te desperté
-
No está bien
-
Llego en dos horas, no me esperas en el
aeropuerto
-
Si apenas
termine de follar y voy para allí.
-
Ja, ja, ja tu siempre bromista un beso.