viernes, 2 de marzo de 2012


El carnaval de Rio es, lejos el más famoso del mundo por su colorido, sus mujeres y  la alegría generalizada, no apta para depresivos, melancólicos o taciturnos. Las escolas compiten  parra demostrar cual es la mejor y por permanecer en primera categoria; que como  en el futbol existe una serie “A” y una “especial”. El mejor  de la “A” cada año asciende y el peor  de la “especial” desciende

Durante los días de carnaval se realizan fiestas algunas privadas otras populares en diferentes lugares las mas conocidas son los que se realizan en “La Scala” con un motivo diferente cada día.
Una de las mas populares  es la “Vermelho  y Preto ” (rojo y negro) organizado por el club de fútbol Flamingo. Habitualmente comienzan a media noche y se extienden hasta las 6 de la mañana, y la cantidad y calidad de desenfreno aumenta a medida que transcurre la noche y se consumen los hectolitros de cerveza y demás bebidas. Sin olvidarnos del “lanzaperfume”, que contiene una combinación de éter, cloroformo, cloruro de etilo y  sustancias perfumadas  que puesto en un vaporizador se lanzan a las solapas o ropa de las gentes  y que rápidamente hay que inhalar antes que se evapore. Genera un efecto euforizante, y su venta está prohibida pero como todas las sustancias,  no es un problema el conseguirlas. Las mezclas de estas sustancias  generan, a lo largo de la noche un incremento de la libido en todos y en las mujeres que terminan completamente desnudas a excepción de la cobertura con purpurina y unos microtangas que no dejan nada librado a la imaginación. Comienzan todas vestidas y a medida que pasa la noche todos van despojándose de su ropa.  El roce corporal es inevitable debido a la multitud que invade el lugar por lo cual uno se ve en medio de culos, tetas y también pollas por los cuatro puntos cardinales.
No es difícil, entonces, veros  bailando entre las nalgas de una garota y perreando,  No  precisáis  hablar, no se puede, el contacto va incrementando vuestras sensaciones  y los movimientos se hacen mas sexuales, hasta que explotáis, cogeis al/la que tenéis con vosotros   y buscáis los lugares mas obscuros, no por eso menos concurridos y no os asombráis de ver  todas las combinaciones posibles de sexos  comiéndose el coño o la polla o arrimados contra una pared follando como locos. La vigilancia del lugar, intenta poner orden, y saca del local a los más osados. Pero como todo  es tan multitudinario  y persistente  llega un momento en que no pueden con todos.
 Ni penséis salir e  ir a follar a la playa, tenéis que pasar pisando las parejas que a modo de un gran dormitorio están todas follando y corréis el riesgo de que os follen a vosotros contra vuestra voluntad. A las cinco de la mañana o están matándose a golpes, independientemente del sexo, o están follando en los lugares mas  insólitos.

Berenice se quedó conmigo luego de haber bailado toda la noche, le invité a tomar una cerveza e intentamos  hablar a los gritos, sentados en una baranda, no podíamos escuchar nada por lo tanto se sentó en mis rodillas y acercó su boca a mi oreja para hacerse oír. En lugar de responderle le comí la boca a besos a lo cual respondió sin problemas y me mordisqueó la oreja, ambos estábamos mojados de traspiración, se acomodó de horcajadas hacia mi mientras   morreabamos sin pausa. De pronto se levantó, me agarró de la mano y me llevó por una escalera de uno de los costados a la cabina del discjockey,  en realidad son tres cabinas interconectadas,  de las cuales estaba habilitada sólo la primera con dos chicas que pasaban la música. Se asomó y conversó con ellas y me dijo tienes que pagar una botella de vodka y tenemos un lugar para nosotros. Allí fuimos a la cabina del fondo, insonorizada y con aire acondicionado era un pedazo de paraíso, y seguimos lo que habíamos comenzado yo sentado en un taburete alto y ella de rodillas comenzó a comerme la polla, las luces me mostraban abajo a toda la multitud de cuerpos que latían al ritmo de la samba. La levanté y cambié la posición, estaba yo ocupándome del coño de Berenice introduciéndole la lengua primero, y luego uno, dos y tres dedos en su vagina totalmente húmeda, absorbiendo con mi boca sus jugos que se derramaban mientras se retorcía de placer mientras marcaba su ritmo con sus manos en mi cabeza al tiempo que cantaba en voz alta “meu beija flor espacial”, era la primera vez que veía correrse a alguien cantando a los gritos. Se levantó y  apoyándose en la consola mientras la penetraba por atrás, comenzó a moverse al ritmo de la música,  “batendo a bunda” (moviendo el culo) al compás de la música sin perder el ritmo con los pies ni el resto del cuerpo y seguía cantando y cantando mientras follabamos  arriba, en una jaula de cristal a la vista de todo aquel que levantara la mirada. Fue un verdadero polvo musical.