El carnaval
de Rio es, lejos el más famoso del mundo por su colorido, sus mujeres y la alegría generalizada, no apta para
depresivos, melancólicos o taciturnos. Las escolas compiten parra demostrar cual es la mejor y por permanecer
en primera categoria; que como en el
futbol existe una serie “A” y una “especial”. El mejor de la “A” cada año asciende y el peor de la “especial” desciende
Durante los
días de carnaval se realizan fiestas algunas privadas otras populares en
diferentes lugares las mas conocidas son los que se realizan en “La Scala” con
un motivo diferente cada día.
Una de las
mas populares es la “Vermelho y Preto ” (rojo y negro) organizado por el
club de fútbol Flamingo. Habitualmente comienzan a media noche y se extienden
hasta las 6 de la mañana, y la cantidad y calidad de desenfreno aumenta a
medida que transcurre la noche y se consumen los hectolitros de cerveza y demás
bebidas. Sin olvidarnos del “lanzaperfume”, que contiene una combinación
de éter, cloroformo, cloruro de etilo y sustancias perfumadas que puesto
en un vaporizador se lanzan a las solapas o ropa de las gentes y que rápidamente hay que inhalar antes que se
evapore. Genera un efecto euforizante, y su venta está prohibida pero como
todas las sustancias, no es un problema el
conseguirlas. Las mezclas de estas sustancias generan, a lo largo de la noche un incremento
de la libido en todos y en las mujeres que terminan completamente desnudas a
excepción de la cobertura con purpurina y unos microtangas que no dejan nada
librado a la imaginación. Comienzan todas vestidas y a medida que pasa la noche
todos van despojándose de su ropa. El
roce corporal es inevitable debido a la multitud que invade el lugar por lo
cual uno se ve en medio de culos, tetas y también pollas por los cuatro puntos
cardinales.
No es
difícil, entonces, veros bailando entre
las nalgas de una garota y perreando,
No precisáis hablar, no se puede, el contacto va
incrementando vuestras sensaciones y los
movimientos se hacen mas sexuales, hasta que explotáis, cogeis al/la que tenéis
con vosotros y buscáis los lugares mas
obscuros, no por eso menos concurridos y no os asombráis de ver todas las combinaciones posibles de sexos comiéndose el coño o la polla o arrimados
contra una pared follando como locos. La vigilancia del lugar, intenta poner
orden, y saca del local a los más osados. Pero como todo es tan multitudinario y persistente
llega un momento en que no pueden con todos.
Ni penséis salir e ir a follar a la playa, tenéis que pasar
pisando las parejas que a modo de un gran dormitorio están todas follando y
corréis el riesgo de que os follen a vosotros contra vuestra voluntad. A las
cinco de la mañana o están matándose a golpes, independientemente del sexo, o
están follando en los lugares mas
insólitos.
Berenice se
quedó conmigo luego de haber bailado toda la noche, le invité a tomar una
cerveza e intentamos hablar a los
gritos, sentados en una baranda, no podíamos escuchar nada por lo tanto se
sentó en mis rodillas y acercó su boca a mi oreja para hacerse oír. En lugar de
responderle le comí la boca a besos a lo cual respondió sin problemas y me
mordisqueó la oreja, ambos estábamos mojados de traspiración, se acomodó de
horcajadas hacia mi mientras morreabamos sin pausa. De pronto se levantó,
me agarró de la mano y me llevó por una escalera de uno de los costados a la
cabina del discjockey, en realidad son
tres cabinas interconectadas, de las
cuales estaba habilitada sólo la primera con dos chicas que pasaban la música.
Se asomó y conversó con ellas y me dijo tienes que pagar una botella de vodka y
tenemos un lugar para nosotros. Allí fuimos a la cabina del fondo, insonorizada
y con aire acondicionado era un pedazo de paraíso, y seguimos lo que habíamos
comenzado yo sentado en un taburete alto y ella de rodillas comenzó a comerme
la polla, las luces me mostraban abajo a toda la multitud de cuerpos que latían
al ritmo de la samba. La levanté y cambié la posición, estaba yo ocupándome del
coño de Berenice introduciéndole la lengua primero, y luego uno, dos y tres
dedos en su vagina totalmente húmeda, absorbiendo con mi boca sus jugos que se
derramaban mientras se retorcía de placer mientras marcaba su ritmo con sus
manos en mi cabeza al tiempo que cantaba en voz alta “meu beija flor espacial”,
era la primera vez que veía correrse a alguien cantando a los gritos. Se levantó
y apoyándose en la consola mientras la
penetraba por atrás, comenzó a moverse al ritmo de la música, “batendo a bunda” (moviendo el culo) al compás
de la música sin perder el ritmo con los pies ni el resto del cuerpo y seguía
cantando y cantando mientras follabamos arriba, en una jaula de cristal a la vista de
todo aquel que levantara la mirada. Fue un verdadero polvo musical.
Me gusta mucho Río, aunque no estuve para carnavales,la noche es un descontrol
ResponderEliminarA mi me gustan estos excesos, nací para eso
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