Lo vimos y nos gustó a las dos, teníamos 17 años y el desparpajo propio de esa edad. Fuimos al cine y ahí estaba buenísimo y comprando las entradas, entramos y nos sentamos detrás de él en una sala casi vacio su perfume nos transporta . La película tenía una trama erótica que iba creciendo, trataba de un preso que es ejecutado y la relación entre su mujer y el alguacil. Cuando comenzó la parte erótica no se si fue la idea de Carina o la mía pero seguro que ambas estábamos cachondas y nos sentamos a una a cada lado de este chico y comenzamos a acariciar el frente de sus pantalones, con una mano inmovilizando su antebrazo y la otra en su entrepierna.No queriamos que él nos toque. Inicialmente intentó oponer resistencia para luego entregarse y disfrutar la situación esperando, tendría cerca de 30 años, mientras Carina le bajaba el cierre, yo me apoderaba de su polla erecta al contacto de dos manos femeninas. Le masturbamos primero una luego la otra y por último entre las dos, su corrida fue fántastica, copiosa , se retorcía en el asiento, no lo dejamos recuperar, no esperamos nada, nos levantamos y rápidamente salimos de la sala sin darle oportunidad a seguirnos. Un regalo anonimo extra para dañarle el cerebro, un bonus a su entrada del cine.
Marita
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