El sexo anal nos desvela, es algo que todos los
hombres buscamos, y a decir verdad aquellas
quienes lo practican tienen un
lugar especial en nuestra memoria y mucho mas si les da placer o si ellas lo
buscan.
Sin embargo en algunas discusiones sobre sexo algunas
niegan todo tipo de placer por la puerta trasera y una sensación que les va de
incomodidad a dolor, y que sólo lo hacen por complacer a sus parejas. Por lo
que debemos entender que hacerlo es un verdadero arte que precisa tiempo y
dedicación.
También es cierto que la experiencia del masaje
prostático mientras me devoran la polla o mientras follo es una de las
sensaciones mas placenteras que he experimentado.
Había terminado el secundario y un puente volví a la
casa de mis padres, llegué tarde y estaba mi madre reunida con sus amigas.
Estaban todas las viejas conocidas y una mujer joven de alrededor de 30 años, morena de ojos
verdes que me saludó muy afectuosamente y mientras estuve en la sala no me
quitó la mirada de encima.
Uno de los días siguientse me despertó mi madre y me
dijo: Arantxa me pidió si le acompañas a hacer unas compras, el marido está de
viaje y ella de manejar nada.
Mi primera reacción fue la de negarme. Y ante la
insistencia terminé aceptando.
Fui hasta la casa, toqué la puerta y salió con un
micro short que le dibujaba un culo
increíble y unas piernas torneadas y
bronceadas, con unas sandalias, y una blusa floreada abierta mostrando algo mas
que el nacimiento de unas tetas enormes que hacían juego con toda ella.
Caminar por el supermercado con ella me produjo una
sensación de irritación, todos, incluyendo las mujeres la miraban de arriba abajo, la mayoría con
miradas libidinosas, otros con miradas reprobatorias. Ella me tenía cogido del
brazo y tenía una sensación de vergüenza ajena, en ese momento me parecía mas
una furcia que una mujer libre y por encima de todas los preconceptos.
De vuelta en el coche, me agarró la mano y la puso
arriba de su muslo, manejando una caricia de arriba hacia abajo.
-
Te gusta la piel que tengo?, no tengo
una piel muy suave?
El contacto de su
pierna con mi mano me alteró, tenía la boca seca y no podía dejar de mirar ese
juego de piernas morenas y largas que parecían perderse dentro del coche.
Llegamos a la casa
que era de dos plantas le ayudé a bajar
los paquetes, me dijo que se los llevará a la cocina mientras ella subió
a la planta.
-
Espera cariño que enseguida bajo.
Me quedé en la
cocina sentado y de pronto sentí que me llamaba, la puerta del baño estaba
entornada.
-
Entra no tengas miedo.
Estaba en la bañera
que tenía hidromasaje con las sales cubriendo todo su cuerpo, me alcanzó una
esponja vegetal.
-
Pásame por la espalda que yo no puedo.
Y ahí comencé
enjabonando su espalda con ella reclinada hacia delante y cubierta de espuma,
le pasé por los hombros, los brazos , le levanté uno para enjabonarle la axila
y ahí pasé hacia delante frotando primero un pecho y luego el otro. Dejé caer
la esponja y seguí con la mano intentando coger todo el pecho, notando como sus
pezones se ponían completamente duros. No dijo nada y se reclinó hacia atrás,
me arrodillé al costado y le pasé el jabón por el abdomen y seguí hacia abajo
entre sus piernas, abriendo sus labios al contacto del jabón. Ella abrió aún mas los muslos, yacía con los
ojos cerrados y la boca entreabierta y ligeramente jadeante. Deje el jabón y
seguí con mis dedos, enroscandolos entre los vellos cortos de su pubis y
descendiendo con movimientos circulares por su sexo apoderándome con dos dedos de su clítoris, luego sus labios
e insinuando mis pulpejos en su vagina, estaba tan húmeda que fácilmente
entraron tres dedos.
-
Que haces aún con ropa.
En 10 segundos
estaba desnudo con mi polla erecta, se dio vuelta y la introdujo profundamente
dentro de su boca.
-
Que bien provisto el niñato!!
Comenzó a devorarla
lentamente casi hasta el fondo para sacarla lentamente y pasarme la lengua por
la punta, se metió los testículos dentro la boca chupando suavemente hasta
hacerme ver las estrellas.
Me introduje en la
bañera y ella se dio vuelta sacando su hermoso culo del agua, Agarró un frasco
de gel y me unto la polla de arriba hacia abajo, me puso el gel en la mano y me
dijo.
-Me gusta por
atrás, lubrícame con esto.
Le puse el gel en
el ano introduje mi dedo del medio lentamente, introduje luego el índice frotando
su mucosa y abriendo un poco los dedos para dilatar su esfínter, ingrese un
tercer dedo con movimientos circulares.
-
Oh por dios si sigues así me voy a
correr y no te podré esperar.
Me puse detrás de
ella, cogió mi polla y suavemente la aproximó a su orificio.
-
Espera que yo la manejo, no te muevas
porque me harás sentir dolor y quiero gozar, tienes la polla perfecta para mi
culo.
Con la mano dirigió
hasta la entrada y suavemente fue empujando hacia atrás hasta que entró la
cabeza.
-
No te muevas, no te muevas espera que
me acostumbre a tu polla.
Me mantuve inmóvil
luego de unos segundos movió lentamente de manera alternativa sus nalgas
empalándose cada vez mas.
-
Ahora muévete dame duro.
Miraba el reflejo
de nuestra imagen en el espejo de la pared, su cuerpo perfecto sodomizado por
mi polla mientras las enormes tetas se balanceban sin control, con su mano
derecha se acariciaba el coño, abriendo por momentos dos dedos que los apretaba
contra mi polla.
De pronto comenzó a
gemir y gritar mientras se corría, aumente la velocidad de mi movimiento para
correrme, cuando un ruido me distrajo. Se estaba abriendo la puerta del garaje
y enfilaba el coche del marido.
-
Tu marido!!!
-
Vístete pronto y sal por esta ventana
al techo espérame ahí.
No me vestí cogí la
ropa y los zapatos y salí por la ventana estrecha del baño al techo. La ventana
sobresalía del nivel del techo así que me quedé al costado, los árboles de la
calle me protegían de miradas indiscretas de los vecinos.
-
Hola querida
-
Volviste pronto
-
Sí quería darte una sorpresa, pero el
verte así la sorpresa me la diste tu. Espera que me quito la ropa.
Sentía en el ruido
del agua los movimientos de ambos follando en la bañera, los gritos de placer
de ella, luego se levantaron y salieron al dormitorio.
Ya estaba cambiado
y hacía una hora que había oscurecido y no venía a buscarme, me dirigí hasta el
garaje intenté descolgarme al piso, al cruzar la verja y me caí sobro mi
hombro izquierdo sintiendo un ruido
sordo. Me había fracturado la clavícula, no podía mover el brazo y el
mínimo movimiento me hacía saltar las lágrimas.
Al día siguiente
estaba en el hospital me operaron y me colocaron un pedazo de alambre para unir
los tres pedazos, bajo los efectos de la morfina (ya no se si lo soñé) entró Arantxa y me regaló la mejor felatio
que recuerde hasta ahora, me limpió la polla con la lengua y desapareció. Nunca
más la vi.
Volviste
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